Para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es lamentable y preocupante el asesinato del diputado local Juan Antonio Acosta, un homicidio que, por la tranquilidad de los guanajuatenses y por el bien de los procesos electorales en curso, deben esclarecer a la mayor brevedad las autoridades competentes y castigar a los culpables.

Como todos los asesinatos que se han cometido en el estado, el de Acosta Cano es reprobable, pero por tratarse de un legislador, podríamos afirmar que constituye “un mal síntoma y un mal mensaje previo al inicio de las campañas electorales”.

Para el PRI, es de suma importancia la intervención de autoridades competentes y que éstas, en cumplimiento de su responsabilidad, esclarezcan cuanto antes el asesinato y sancionen a quienes lo cometieron.

Lo anterior, “por la tranquilidad de los guanajuatenses y por el bien de los procesos electorales”, afirmaron la presidenta y el secretario General del Comité Directivo Estatal (CDE) del partido, Ruth Noemí Tiscareño Agoitia y Alejandro Arias Ávila, respectivamente, y el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Mauricio Ortiz Proal.

Quienes conforman la dirigencia estatal del partido resaltaron que “lo peor que le puede pasar a nuestro estado es que el proceso electoral se dé en un ambiente de violencia y miedo que trastoque el derecho a elegir libremente a sus gobernantes”.