Para el Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, la ola de asesinatos del fin de semana y la ejecución de cuatro funcionarios municipales de Salvatierra son muestra clara de que urge ya que en el combate a la delincuencia se pase de las palabras a los hechos.
Urge que así sea porque aunque el mandatario estatal afirmó, al hablar del eje de Seguridad y Paz Social durante la presentación de su Plan de Gobierno, que nuestro estado tendrá una de las mejores policías del país, lo cierto es que hasta ahora, medio año después de haber iniciado su gestión, la inseguridad y la violencia no cesan.
Y no hay visos de que eso vaya a ocurrir, porque cifras oficiales reflejan que en 2018 hubo un repunte de la violencia que mantiene a Guanajuato en primeros lugares en homicidios dolosos y, en ese universo, de asesinatos de policías y de mujeres, pero lo más lamentable es que esa tendencia del anterior gobierno estatal se mantiene con el que comenzó hace exactamente seis meses.
Un diario contabilizó 26 homicidios dolosos el fin de semana y hoy todos los medios dan cuenta de la ejecución de cuatro funcionarios municipales de Salvatierra, una situación sumamente grave, y lo mismo ocurre con otros delitos que también son competencia del fue-ro común como los asaltos a negocios y a transeúntes.
Es importante que se pase de las palabras a los hechos porque lo que los guanajuatenses queremos son resultados, y porque hace cinco años que se puso en marcha Escudo se dijo que con las herramientas tecnológicas en que se apoya se reforzaría la prevención de delitos y habría una reacción más eficaz cuando se consumaran.
No ocurrió así, la palabra Escudo fue prescrita del discurso oficial y luego resultó que el Mando Único fue un fracaso y que adolecemos de aproximadamente 2 mil policías en todo el estado.
Con el mejor de los ánimos, deseamos al Ejecutivo en turno que pueda materializar su objetivo de que nuestro estado cuente con una de las mejores policías del país.
Que por el bien de todos los guanajuatenses está vez los planes de construir seis bases de operación para las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), de crear policías Turística, Rural y Canina, y de poner en funcionamiento prepas militarizadas, todo ello con más recursos presupuestales que también se canalizarán al fortalecimiento de corporaciones policíacas municipales, sea parte de una estrategia que arroje resultados.
Falta, como ha demandado nuestro partido, que el mandatario estatal se comprometa a decirnos a partir de cuándo empezará a haber resultados en el combate a la delincuencia común.